Tierra Santa nos recibio con una hora de cola en migraciones, post parada fugaz en Riga (Letonia), y con el tio Javi a la salida del aeropuerto.
Nuestra primer parada del viaje es Kfar Sava, en casa de Javi, Miriam, Lior y Keren, desde donde nos movemos a diario a Tel Aviv, sur de Kfar Sava, a 1 hora de bus aproximadamente.
Resumiremos Tel Aviv en la proxima entrada, y esta va dedicada a Jaffa (o Yafo), a 2.5 km de Tel Aviv.
Jaffa es una ciudad con 4000 anios de historia y uno de los antiguos puertos mas importantes del Mediterraneo Oriental. Fue una ciudad arabe que desde finales del XIX recibio mucha inmigracion judia. Las tensiones que de alli derivaron entre arabes y judios culminaron con revueltas arabes en los anios '20, y su definitiva expulsion en 1948. Tel Aviv comenzo a construirse por pequenios grupos de judios establecidos fuera del nucleo arabe de Jaffa. Hoy Tel Aviv es una enorme metropolis y Jaffa se convirtio en un sitio de escapada de fin de semana para los "telavivianos".
A diferencia de la mayoria, que fue llegando en barco a lo largo de la historia, nosotros llegamos caminando desde T.A., costeando el Mediterraneo en ojotas, en un dia de verano robado a Las Flores.
Jaffa tiene dos partes: la ciudadela antigua y la parte nueva.
Por la antigua pasaron egipcios, judios, griegos, romanos, arabes y hasta el mismisimo Napoleon, de ahi que todo el pueblo tenga inscripciones referentes a su paso. Ahora es un pueblo lleno de galerias de arte y restaurantes con vistas al mar, muy pintoresco. Pasamos la maniana recorriendo las callejuelas llenas de escaleras que suben y bajan y que mezclan desde la embajda del Vaticano hasta una iglesia griega ortodoxa.
La mezcla la vivimos en un solo dia: primero un chico se vestia para las fotos de su Bar Mitzvah, despues un par de viejtias nos preguntaron algo inentendible en griego a la salida de la iglesia ortodoxa. El cierre: la llamada a la oracion desde un minarete en el medio del pueblo.