monte, vi la abadía.` (Umberto Eco, El nombre de la rosa)

No somos Adso de Melk ni Guillermo de Baskerville y nuestra aventura en Mar Musa fue mucho mas tranquila que la de estos personajes, sin asesinatos ni misterios. Tampoco nos dio para escribir un clasico, sino una humilde entrada en nuestro blog.
Mar Musa es un antiquisimo convento anclado en la ladera de una montanya cercana a Damasco. Fue redescubierto y puesto de nuevo en funcionamiento por un monje italiano en los `80s y hoy ofrece comida y hospedaje a cambio de colaboracion en las tareas.
Tiene una pequenia iglesia con unos maravillosos frescos, donde cada maniana y cada tarde se celebra una misa a la cual asistimos.

Fue alucinante ver la mezcla que hay ahi dentro: con el suelo cubierto de alfombras y almohadas, entramos descalzos y nos sentamos en el piso. La misa se celebro en arabe con los monjes arrodillados (muy parecido al rezo musulman) y la siguio una hora de silencio y oscuridad total en la que cada uno penso en lo suyo.
El monasterio tiene una increible biblioteca a lo largo de tres plantas en el subsuelo. Dormimos en alas diferentes, una para hombres y otra para mujeres.
Fue toda una experiencia que nos sorprendio.



En los alrededores de Damasco tambien visitamos Maaloula, donde hay una de las mas antiguas iglesias del mundo: la de San Sergio y San Baco, ademas de un pintoresco pueblo.

Bosra fue la ultima visita con base en la capital. Casi en la frontera jordana, es una antigua ciudad romana construida con piedra negra. Ademas de un teatro, lo impresionante de esta ciudad es que la gente vive entre las ruinas. Fue un lindo contraste que aun no habiamos visto y que hizo especial la visita a la ciudad.




