Primero caballos antes de entrar al Siq. Despues el Siq, el pasillo, el hall de entrada de mas de 1 km de largo. Rocas y mas rocas son sus paredes y de arena es su suelo. Negros, rosas, rojos, claros, oscuros. Piedra. Piedra tallable, y que se lo digan a los nabateos sino!
La ciudad rosa.
Y despues hubo luz, al final del Siq, al final del camino. No solo luz... Luz y un tesoro. No cualquiera, El Tesoro, el monumento mas imponente, refinado, elaborado y hermoso de toda la ciudad de Petra. Increible.
Simplemente increible.
Lamentablemente llegamos sobre las 9, cuando todos ya habian llegado a la fiesta y no pudimos apreciarlo con mas tranquilidad. Pero se impuso ante nosotros como la mano de un gigante; no cerrandonos el paso sino simplemente (o no tan simplemente) intimidandonos, intimidando a todo aquel que se atreva a ir mas alla, a seguir descubriendo los secretos que esconde hace mas de 2000 anios.
Y efectivamente hay mucho mas ademas del Tesoro.
Durante el primer milenio antes de Cristo, los nabateos aprovecharon su situacion en la ruta comercial hacia Arabia y sus conocimientos del desierto para forjar un imperio que se asentaria en la zona. Este pueblo nomada hizo de Petra la capital de su imperio. Mas tarde, con la llegada de los romanos, la importancia de esta ciudad crecio con su situacion en los confines del Imperio Romano. Tras la caida del imperio, la ciudad se mantuvo oculta entre las montanias y fue asolada por varios terremotos que la destruyeron en gran parte. Las tribus beduinas locales cuidaron silenciosamente el secreto del lugar donde se escondia dicha ciudad, hasta que un explorador suizo la redescubrio a mediados de 1800 (aprendio arabe, estudio sobre la cultura beduina, y se hizo pasar por uno de ellos para sacarles el secreto).
El primer dia nos atrevimos con el Altar de los Sacrificios, en lo alto de una montania.
Alli sacrificaban a los animales y todavia se puede ver el sistema que utilizaba el pueblo nabateo para canalizar la sangre de los sacrificados.
De ahi seguimos colina abajo pasando por cantidad de monumentos impactantes.
Terminamos en el imperdible Monasterio, donde se llega tras una penosa subida desde el centro de Petra.
Es unico, magico. Diferente del Tesoro... Menos pomposo pero mucho mas majestuoso. Desde alli observamos la puesta de sol y volvimos nuevamente a Wadi Musa, el pueblo cercano a Petra.
El siguiente dia llegamos mas temprano y pudimos disfrutar del Tesoro en un ambiente mas intimo. Visitamos las Tumbas Reales y tomamos un sendero que remonta la montania que se encuentra frente al Tesoro. Desde la cima se obtienen vistas desconocidas de la tumba, pero no por ello menos increibles. Ademas, eramos solo dos...
El otro highlight del dia fue tomar un te en la casa del unico beduino que aun habita en Petra. Nos conto que cuando la UNESCO declaro a Petra Patrimonio de la Humanidad sacaron a todos los beduinos que alli vivian (en cuevas) y crearon una aldea beduina en las afueras de la ciudad. Sin embargo, el se nego a firmar los papeles y se quedo viviendo en su casa. Fue una despedida atipica de Petra...
Los adjetivos no bastan para Petra. Las descripciones quedan simplistas, vacias e inacabadas para tanta magia. Hay que verlo y esperar que esas imagenes perduren.
Sea.
viernes, 16 de abril de 2010
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Pau sos todo un pueta!!!!! que lindo! se me piantó un lagrimón de verdad!! ya se... estoy sensible, pero el relato hizo que por un ratito me transporte hasta allí! simplemente increíble...
ResponderBorrarse los extraña. veri
Que puede decir? que lugar no? Muy linda la prosa
ResponderBorrarUncle J
Malditos todos!!!!!!!
ResponderBorrarPau robo eso del diario de viaje de Martu!! Me siento muy ofendida con que sea MI familia la que dice eso!!!
Chau
(martu, la que escribio eso en su diario de viaje)
Yo no robe nada!!
ResponderBorrarSolo convenimos tomar, ambos, prestadas del cuaderno de viaje de Martu algunas partes..
Chau
(pau, que ni siquiera tipeo el post)