Chau Siria!

El resto de Siria no amerita mucho blog, y ademas, la aficion clama por informacion de Turquia. Asi que aqui va un resumen de los ultimos dias ahi.
De Hama nos precipitamos hacia la costa, con muchas ansias de mar y playa, lo cual se cumplio a medias... Nos fuimos a Lattakia, la ciudad mas occidentalizada de Siria, donde las chicas casi no usan velo y se juntan con chicos (oh! osadas!) a tomar milkshakes y crepes en la American Street, cerca de donde nos alojabamos, osea, cerca de casa de Bertrand, nuestro CouchSurfer del momento.
Si bien esta en la costa, Lattakia no tiene playa. Toda su costanera esta en construccion, con bares mas lindos o mas feos, pero sin posibilidad de bajar a tocar la, para el momento, tan ansiada agua despues de tanto desierto.
Asi que de ahi nos fuimos a un mini pueblito, Rass al Bassid, este si con playa para degustar el Mediterraneo sirio.


Y dejo mucho que desear. Las playas, ademas de estar bastante llenas de gente porque era viernes, estan muy sucias y no invitan mucho a tirarse a descansar. Asi que relajamos (y no tanto, despues de que un senior policia nos pida el pasaporte en el medio de la playa) un poco en unas rocas, y emprendimos la vuelta a Lattakia.
De ahi, viajamos en tren a Aleppo, una de las ciudades mas importantes del pais. Es una ciudad medianamente grande, dividida, como todas las ciudades importantes historicamente en dos partes, la nueva y la vieja.


La vieja es basicamente un mercado, mas autentico y no taan turistico como el de Damasco.


La nueva tiene tambien su parte vieja, con callecitas muy lindas, bares y hoteles boutique enantiguas casas del s. XVIII. En Aleppo pasamos un par de dias que nos dieron para regatear el precio de panyuelos y jabones en el mercado y visitar la ciudadela otros puntos de interes de la ciudad vieja.


Ah, y tambien nos dimos un festin en el Sissi restaurant, el mas refinado de todo Aleppo!


Desde alli hicimos un par de viajecitos de un dia. Uno a las ruinas del Monasterio de San Simeon, erigido en honor al monje que lleva el mismo nombre y que, buscando aislarse del mundo, construyo una columna en la que se refugio de todos aquellos que iban a pedirle consejo.



El otro a las llamadas ciudades muertas, un conjunto de ciudades bizantinas desparramadas por los alrededores de Aleppo. No se conoce muy bien la razon por la cual la gente se fue de alli, pero se supone que por un cambio en las rutas comerciales que produjeron oleadas migratorias en la zona. Hoy no vive nadie, o casi nadie... Los pocos que viven entre las ruinas usan iglesias bizantinas de gallinero!



En este blog queremos hacer especial mencion a Mahmoud y su familia...Para llegar a las ciudades muertas, donde el transporte publico escasea, tomamos un primer bus hasta un mini pueblito desde donde teniamos que caminar algunos km hasta llegar a lo que queriamos ver. Ni bien nos bajamos del bus, una seniora agarra a Martu de la mano y nos hace senias para que la sigamos. Timidos, aceptamos su oferta. Llegamos al garage de su casa, donde nos invitaron a un chai (te), gesto tipico de la hospitalidad de Medio Oriente. Al pincipio eramos pocos (unos 7) pero el tema se empezo a poner serio y mas y mas familia iba cayendo al baile. Finalmente llego Mahmoud, quien nos hizo un poco de traductor ingles/arabe y pudimos empezar a comunicarnos mejor.


Nos llevaron a las ciudades muertas en su auto y nos invitarona volver a pasar por ahi para comer un lunch. Y asi fue. A las 5 estabamos en casa de Mahmoud, y de su familia (despues nos contaron que son 100 primos!!!!!) que nos esperaban con una bandeja gigante para comer. La tarde se paso entre charlas (o intentos de) sobre religion y familia, y sobre todo entre las diferencias existentes entre su cultura y la nuestra. Hicieron que Martu se ponga una kefiah para cagarse un poco de risa y sacarme una foto.


La verdad que fue una sorpresa en un dia que parecia ser uno mas del viaje.
Y esas son las cosas que lo van llenando y haciendo grande.
(y el viaje en tractor!!!!)